lunes, 24 de octubre de 2011

Extracto de "Reunión", cuento de Julio Cortazar


Pobre amigo, me daba lástima imaginarlo defendiendo como un idiota precisamente los falsos valores que iban a acabar con él o en el mejor de los casos con sus hijos; defendiendo el derecho feudal a la propiedad y a la riqueza ilimitadas, él que no tenía más que su consultorio y una casa bien puesta, defendiendo los principios de la Iglesia cuando el catolicismo burgués de su mujer no había servido más que para obligarlo a buscar consuelo en las amantes, defendiendo una supuesta libertad individual cuando la policía cerraba las universidades y censuraba las publicaciones, y defendiendo por miedo, por el horror al cambio, por el escepticismo y la desconfianza que eran los únicos dioses vivos en su pobre país perdido.

viernes, 21 de octubre de 2011

Todos los versos

Todos los versos son equidistantes al corazón de la tierra
y vuelan sin rumbo, confundidos entre un plumaje
que nunca sirvió de abrigo al cuerpo de ningún ave,
por inmenso, abierto y acogedor que fuera
el cielo que soñara el embriagado poeta.

Todos los versos eternizan en un instante lo efímero,
inmersos en el mar etéreo donde se concretan,
como peces moribundos, hambrientos y carnívoros,
los males de Pandora, los que allanan la morada
y envenenan el alma del embriagado poeta.

Todos los versos derraman sangrientos borbotones de ilusión
que alivian la sarna de las pieles más débiles
y tiñen de luz el túnel hacia el cementerio
en un intento suicida de transparentar la conciencia
agónica y esperpéntica del embriagado poeta.

Todos los versos parchean las inclemencias perpetuas
que dignifican la condición inerte de la piedra
frente a la vitalicia infamia del bípedo exterminador,
paradójico y absurdo como un filósofo fascista
que razonara la libertad del embriagado poeta.

Todos los versos son esqueléticos lances de humanidad,
muestras quejumbrosas de dolencias infinitas,
alabanzas sinceras a la belleza sin cánones ni artificios;
expresiones legibles de sueños, anhelos y deseos
desde lo más vivo del corazón del embriagado poeta.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Extracto de "Contrapunto", novela de Aldous Huxley.



El progreso industrial entraña la superproducción, la necesidad de adquirir nuevos mercados, la rivalidad internacional, la guerra. Y el progreso mecánico entraña más especialización y estandarización del trabajo, más diversiones colectivas y preparadas al por mayor, disminución de la iniciativa y de las facultades creadoras, más intelectualismo y el atrofiamiento de todas las cosas vitales y fundamentales de la naturaleza humana, más fastidio y agitación, que no puede tener otro resultado que la revolución social. Cuéntese o no con ellas, las guerras y las revoluciones son inevitables si se permite que las cosas sigan su curso actual.

martes, 18 de octubre de 2011

Tristán

Tristán quiso abandonar su condición en un lapso de alegría que prometió demasiado. Pero su condición había vuelto para espetarle, feroz y cabalmente, la retahíla de hirientes sentimientos veraces que tan al fondo de su ser había encerrado tras escuchar, meses atrás, el consejo de alguien que hasta ese momento había sido simplemente una amiga, y que una madrugada le susurró como si hablara el mismísimo cielo, entre sábanas revueltas y exhaustas y empapadas, que vivir sufriendo no era vivir. La fina y suave lluvia de mayo, que se dejaba caer sobre los parajes sureños de la rocosa costa almeriense, cumplía eficientemente con su atávica función emocional: inesperada y breve, dejando siempre bien claro que no hay mucho más que aguardar, sino el impiadoso sol desértico que tatúa un sudor adhesivo que se acaba convirtiendo en segunda piel. Las manos en los bolsillos y la mirada en el próximo paso. Los nervios desencajados y la mandíbula firme y prieta. El cuerpo ligeramente húmedo y el alma encharcada por completo. El recuerdo embebido en el apocalíptico tronar de un grito que nació como susurro caído del cielo. "Me largo, me largo de veras". Después, un decidido portazo. Y entonces, Tristán caminando solo, mejor dicho, volviendo a caminar solo, bajo la lluvia, sin dirección.

lunes, 17 de octubre de 2011

Lo mejor es entornarse

La noche abierta
regala sin pudor
sus besos de luz
sin haber amado.
La luna yerta,
distante de dolor,
sangrando en su cruz
un cielo cerrado.

sábado, 15 de octubre de 2011

El amor según Luis Cernuda


Si el hombre pudiera decir lo que ama

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.


La amargura según José Agustín Goytisolo


Todavía estoy vivo

Amargura,
pájaro triste llegas
sin avisar
se abren tus alas
como una maldición y cae
tu sombra
encima de mi vida
llenándola de un frío
sabor de madrugada
y amarillea entonces
la luz el aire
todo
bajo tu lento vuelo
y se vuelven las cosas
diferentes, se habla
con dolor acallado,
no se sabe qué hacer
para salir
de tu dominio oscuro
y las mismas palabras
no pueden explicar
lo que antes era
una pasión un grito
enamorado.

viernes, 14 de octubre de 2011

Alive

¿Cómo era posible que no la hubiera visto antes? Durante todo este tiempo yo siempre he recorrido la misma ruta para llegar a la oficina. Pues por eliminación, está claro. Si no soy yo, es ella. Quiero decir que debe haberse instalado recientemente en esta parte de la ciudad. Quizás ha cambiado de trabajo. Quizás ha encontrado a alguien. No sé. No puedo saberlo. Pero sé que anoche soñé con juguetes de mi infancia, con la curación de todas las enfermedades terminales. Recuerdo tesoros sumergidos en galeones que antaño navegaron sobre hospitalarios mares. Y siempre, siempre sonando la misma canción. Aquel tema de Pearl Jam en que la madre confesaba al hijo que su padre aún vivía, que no había muerto como ella le había contado. Alive creo que se llamaba.

Romeo

Romeo se enamoró demasiado joven de la soledad y sus causas perdidas. Solía derramar sus lágrimas con un afán desmesurado, acompañándolas de un quebrado gemir que prendía la pena a todos los rincones. Aun así, contra precipitado pronóstico, Romeo era feliz. Lo descubrió un día, tras multitud de disparatadas discusiones frente al espejo que acabó trizado en el contenedor de escombros que hay en todos los barrios. Aquel descarado espejo se atrevió a reprochar cruelmente que vivir soñando no era vivir. Y Romeo lo destrozó y lo bajó al contenedor, afanándose más que nunca en el ideal femenino que le mantenía con vida, esperando por el advenimiento de aquel amor soñado, a flote en una latente región de la existencia que él prefería y apreciaba al punto de llegar a descuartizar en su defensa el único espejo de la casa.

Deriva

Sin rumbo hay vientos
que no desplazan nubes;
hay olas que, divagando,
jamás encuentran orilla;
y perros que, por amor,
ladran sobre el papel.

Sin rumbo son demasiados
los destinos que nos eligen,
sin rumbo las certezas
lloran tanto como las dudas,
sin rumbo el miedo besa
en la desnudez de tus entrañas,
y sin rumbo la muerte dice
ser la recompensa
de la vida.


El proceso

A la sombra de Ian Curtis

El desencanto ha liberado
al animal sin fe. Son
demasiados errores. Vivir
no se corresponde con
la realidad. El proceso.
Todo el cuerpo inerme
sobre un charco seco
que no respira. Son
demasiados días. El tiempo
no respeta las dudas
hirientes. Ahora no existe
todo este suelo. Antes
desapareció. Antes de que yo
apareciera aparentando ser.
El desencanto ha liberado
al animal sin fe. Son
demasiadas luces. Respirar
no admite reflexiones. El
proceso. Es opaco el
destino. Después, la muerte.
En la trastienda llueve y
alguien corre. Fallecer
no es una cuestión de
velocidad. El escaparate
manda. Si acaso dormir
es el placer de la lejanía. El
proceso. Semilla del miedo.
La sangre circula sin
motivo. El cielo es una
mentira que observa
inanimada. La felicidad
es un instante. Reservado el
derecho a la huida. Soñar
es el alma del cinismo. Un
envite a la puerta de atrás.
El desencanto ha liberado
al animal sin fe. El
proceso. Es opaco el
destino. Después, la muerte.

(Escuchando "Heart and soul")