viernes, 21 de octubre de 2011

Todos los versos

Todos los versos son equidistantes al corazón de la tierra
y vuelan sin rumbo, confundidos entre un plumaje
que nunca sirvió de abrigo al cuerpo de ningún ave,
por inmenso, abierto y acogedor que fuera
el cielo que soñara el embriagado poeta.

Todos los versos eternizan en un instante lo efímero,
inmersos en el mar etéreo donde se concretan,
como peces moribundos, hambrientos y carnívoros,
los males de Pandora, los que allanan la morada
y envenenan el alma del embriagado poeta.

Todos los versos derraman sangrientos borbotones de ilusión
que alivian la sarna de las pieles más débiles
y tiñen de luz el túnel hacia el cementerio
en un intento suicida de transparentar la conciencia
agónica y esperpéntica del embriagado poeta.

Todos los versos parchean las inclemencias perpetuas
que dignifican la condición inerte de la piedra
frente a la vitalicia infamia del bípedo exterminador,
paradójico y absurdo como un filósofo fascista
que razonara la libertad del embriagado poeta.

Todos los versos son esqueléticos lances de humanidad,
muestras quejumbrosas de dolencias infinitas,
alabanzas sinceras a la belleza sin cánones ni artificios;
expresiones legibles de sueños, anhelos y deseos
desde lo más vivo del corazón del embriagado poeta.

1 comentario:

  1. Un lenguaje maravilloso, ligero, sorprendentemente culto y nada complicado, lleno de esperanza y de autocomprensión.
    Ricardo B.F

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